La actividad de Veterinaria del Oceanogràfic no ha cambiado básicamente tras el cierre del acuario como consecuencia del estado de alarma decretado en el país para para evitar la propagación del coronavirus.

Se han tomado todas las medidas necesarias para evitar que los trabajadores se contagien.  Entre ellas, el equipo de veterinarios y técnicos de laboratorio y el de cuidadores/entrenadores, han hecho dos equipos de trabajo que se alternan por días evitando en la medida de lo posible solaparse, sin descuidar por ello la atención  que se presta a los animales del centro y sin descuidar tampoco, todas las recomendaciones de las autoridades sanitarias para evitar el contagio y propagación de este virus en la población.

En esencia, el cuidado de los animales en lo referente a la salud y por tanto en cuanto al bienestar animal se mantiene, prestando especial atención a la parte médica, al control de calidad de agua y alimento, así como a todas las condiciones ambientales que rodean a los animales.

En estos tiempos del coronavirus se sigue el plan de medicina veterinaria establecido en el centro, en la medida de lo posible, atendiendo a puntos claves como  la prevención, mediante el seguimiento clínico, revisión de dietas, desparasitaciones, etc., para controlar el estado de salud de los animales,  así como el seguimiento de aquellos que puedan presentar alguna patología y comprobar su evolución.  Igualmente se continúa con el trabajo de laboratorio para asegurar una buena calidad del agua, en la que se mantienen los animales y del alimento que se utiliza para elaborar las dietas.

La vida sigue y en estos días, dentro de este plan de atención veterinaria, se continua con el control de la gestación de las hembras gestantes, que en este caso son dos leonas marinas patagónicas. Se trata de Ana y Morena, que están en el último tercio de gestación y que si no hay ningún problema, allá por el mes de julio, en el Oceanogràfic habrá aumentado la familia de leones marinos.