La artista, premio nacional de Fotografía, plasma en sus imágenes el calentamiento global a través de los plásticos con la apneista Ai Futaki y buceadores del acuario valenciano.

 

Se trata de una exposición interactiva, impulsada por ACCIONA, que podrá verse en la sala Pardo Bazán del Museo Lázaro Galdiano (Madrid) entre el 1 de junio y el 29 de agosto.

El Museo Lázaro Galdiano muestra, a partir de hoy y hasta el próximo 29 de agosto, la exposición inmersiva e interactiva “Somos agua”, de la fotógrafa Isabel Muñoz, Premio Nacional de Fotografía 2016 y una de las más prestigiosas fotógrafas del panorama internacional, con dos premios World Press Photo.

Esta instalación, enmarcada en PHotoESPAÑA 2021 e impulsada por ACCIONA, está concebida como una experiencia multisensorial e inmersiva que combina la calidad fotográfica de la artista con un audaz planteamiento formal basado en la tecnología audiovisual más puntera.

Entre estos elementos tecnológicos destaca una pantalla de cinco metros de ancho que reaccionará a los movimientos de los espectadores. Además, pantallas laterales proyectarán juegos de luces y sonidos propios de entornos marinos.

En las imágenes que conforman esta exposición, la fotógrafa plasma de manera poética la falta de compromiso social frente al calentamiento global a través de una mirada plástica sobre uno de los medios más afectados por la emergencia climática: el mar.

Se trata de fotografías inéditas de las inmersiones en los acuarios del Oceanogràfic de València de la apneista japonesa Ai Futaki y de otros buceadores del centro. En un trabajo que se realizó durante dos semanas y contó con la colaboración de acuaristas, buceadores y distintos especialistas del acuario.

“Estoy muy agradecida y ha sido una gran experiencia que me ha enseñado algo más sobre la necesidad de conservar nuestros océanos y cuidar de sus habitantes”, ha comentado Isabel Muñoz.

Las imágenes reflejan a las criaturas de los fondos marinos (medusas, mantarrayas, tortugas, tiburones, algas y anémonas, caballitos de mar…) al tiempo que transmiten al espectador la fragilidad del medio marino, amenazado por la contaminación creciente y los efectos del calentamiento global.

“Inicié este proyecto atraída por la belleza de los entornos marinos y como llamada de atención ante los peligros que amenazan su supervivencia. El mar nos lo da todo sin pedirnos nada a cambio. Damos por sentado que su riqueza es inagotable, que puede con nuestros descuidos, nuestra falta de previsión, nuestros excesos”, afirma Isabel Muñoz. “Pero las cosas no son así. ¿Qué vamos a dejar a nuestros hijos y nietos si no somos capaces de cuidar de sus tesoros, si seguimos echando al mar plásticos que son trampas mortales para las especies que lo habitan, si continuamos vertiendo residuos que pondrán fin a la biodiversidad marina?”.

Además de la exposición de Isabel Muñoz, el Museo Lázaro Galdiano contará durante este verano con un espacio dedicado a mostrar los problemas generados por la escasez del agua dulce en el mundo y a explicar algunas de las respuestas que se están dando desde el ámbito empresarial. ACCIONA, exhibe en esta sala algunas de las fotografías más emblemáticas de sus proyectos de tratamiento de agua, que han llevado a la compañía a ser líder mundial en desalación por ósmosis inversa.

“Somos agua” es fruto de la colaboración de ACCIONA y PHotoESPAÑA, que ya han llevado a cabo otros proyectos en común vinculados a mostrar de manera artística algunos de los principales retos a los que se enfrenta nuestra sociedad, como el cambio climático –en el caso de la exposición fotográfica y audiovisual S.M.A.R.T que fue una de las principales actividades de la edición 2019– o la lucha contra el Covid19, en relación a la que ambas entidades colaboraron para impulsar el concurso #PHEdesdemibalcón en la edición ‘virtual” de 2020.

El Museo Lázaro Galdiano se encuentra en la que fue una de las residencias privadas más suntuosas de Madrid. Su visita ofrece una experiencia única. Un viaje en el tiempo para descubrir el gusto de José Lázaro y su familia, que atesoraron casi 13.000 obras, una de las colecciones privadas más importantes del momento.