• El experto del acuario valenciano y el veterinario especialista en cardiología, Stefan Miedler, realizan en Hawaii una investigación sobre las limitaciones fisiológicas de los mamíferos marinos
  • El equipo de investigadores toma los datos mientras los delfines respiran en la superficie para estudiar los cambios en el bombeo del corazón durante el buceo

El doctor Andreas Fahlman, investigador de la Fundación Oceanogràfic y el doctor Stefan Miedler, veterinario especialista en cardiología, se encuentran realizando un estudio en Hawaii sobre el funcionamiento del corazón de los delfines que durará dos semanas.

Esta investigación nace de la colaboración entre la Fundación del acuario valenciano y Dolphin Quest, con el objetivo de estudiar el funcionamiento del corazón en estos animales para comprender cómo los delfines pueden lograr alcanzar los asombrosos 1000 metros de profundidad durante su buceo, o tiempos de inmersión de hasta 13 minutos.

El equipo de investigadores es capaz de ver el corazón y tomar medidas similares a las que se obtienen en nuestros hospitales, utilizando una técnica llamada ecocardiografía transtorácica. El corazón se encarga de bombear la sangre y repartir el oxígeno por todo el cuerpo. Este oxígeno es limitado cuando los animales están buceando, ya que no pueden respirar. Por ello, el corazón debe trabajar de forma eficiente para distribuir el oxígeno por todo el cuerpo.

Durante el buceo, el ritmo cardiaco disminuye, por lo que el corazón reduce el bombeo del volumen de sangre. La sangre bombeada durante el buceo, se envía preferentemente hacia el corazón y el cerebro, ya que estos órganos no pueden trabajar con niveles bajos de oxígeno.

Primer estudio de los cambios en el bombeo del corazón de los delfines durante el buceo

Aunque anteriormente se habían obtenido datos sobre la frecuencia cardiaca en delfines, nadie había medido previamente el volumen de sangre que el corazón bombea por minuto en un delfín, un parámetro denominado gasto cardiaco. El equipo de investigadores está tomando datos sobre el gasto cardiaco mientras los delfines respiran en la superficie y mientras aguantan su respiración (apnea), para estudiar los cambios en el bombeo del corazón durante el buceo. Estudios como estos sólo pueden ser realizados en ambientes controlados y gracias a la participación voluntaria de animales entrenados.

Esta investigación nos ayudará a entender las limitaciones fisiológicas de estos animales ante los cambios medioambientales que se están produciendo en el océano. Si pensamos, por ejemplo, en la reducción del alimento debida a la sobrepesca, estos animales deberían realizar mayores esfuerzos de buceo para encontrar alimento, pero ¿en qué momento estos animales dejarían de ser capaces de capturar suficientes presas para su supervivencia? Por ello, los animales estudiados en Hawaii, así como los estudiados en el Oceanogràfic, actuarán como representantes de su especie, y toda la información que obtengamos de ellos será importante para ayudar a los delfines salvajes.