• El centro abre una nueva instalación con seis acuarios de entre 200 y 6.000 litros que albergan curiosos y bellos animales marinos
  • Los “gigantes” del fondo marino están representados a tamaño natural por figuras corpóreas.

En el marco del 15º aniversario del Oceanogràfic de València hoy se ha abierto al público la nueva exposición “Misterios del Mar”, con seis acuarios llamados joya por su reducido tamaño y su extraordinario contenido y de un presupuesto superior a los 130.000 euros.

En la presentación a los medios de comunicación, la presidenta de Avanqua, del grupo Global Omnium, Celia Calabuig, informó que se trata de una de las inversiones previstas y anunció que en el futuro se presentarán otras ofertas como Islas Oceánicas para mejorar la experiencia del visitante, a la vez que reseñó la apuesta de la empresa por colaborar con la industria valenciana.

El director general del Oceanogràfic, Eduardo Nogués, ha resaltado el papel que tendrá durante este año el acercamiento de los animales a los visitantes a través de la figura del Animal Embassador y de las reproducciones a tamaño real que se podrán tocar.

Nogués destacó que, en la parte de la exposición expandida a las paredes de Misterios del Mar, se han colocado figuras a tamaño real realizadas por la empresa valenciana, Themingart Ovejero, y aprovechó para reivindicar el trabajo de la industria fallera.

Por su parte, Pablo Ovejero, que relató la gran diversidad de trabajos para España y el resto del mundo, expresó su agradecimiento al Oceanogràfic por darle la oportunidad de adentrarse en el mundo de los animales marinos y contactar con los científicos del centro para conocerlos mejor.

 

Una exhibición de joyas marinas

El conservador jefe de Acuarios del Oceanogràfic, Mario Roche, calificó la muestra que se abría esta mañana como una exhibición de joyas marinas distribuidas en seis tanques que van de los 200 a los 6.000 litros  en los que se exhibirán animales que impresionan por su belleza, formas raras o características asombrosas.

En el interior de los acuarios-joya se podrá ver ejemplares de 16 especies como el poderoso Camarón Mantis (Odonthodactylus scyllarus), que es capaz de romper algunos cristales, el Pez Cofre Amarillo (Ostracion cubicus) y el Pez Cofre Cornudo (Lactoria cornuta), protegidos por una sólida armadura, y la Anguila Jardinera (Heteroconger hassi), cuyas colonias parecen algas al balancearse con la corriente.

En la colección también se encuentra el Pez Hoja (Rhinopias sp.), el Pez León Ocelado (Dendrochyrus biocellatus) y el Ranisapo (Antennarius sp.), todos auténticos especialistas del camuflaje para cazar a sus presas, así como el Pez Piña (Monocentrus japonicus), la Gorgonia Blanca (Eunicella singularis) y los Lenguados (Solea solea), que al nacer tienen un ojo a cada lado y cuando crecen uno de los ojos cambia de lateral. El Cangrejo Cacerola (Limulus polyphemus) es un extraño individuo de sangre azul emparentado con las arañas, que convivirá con el Pez Mandarín (Pterosynchiropus splendidus), con colores muy llamativos, y con peces Navaja (Aeoliscus strigatus), que nadan cabeza abajo.

El Caballito Barrigudo (Hippocampus abdominalis), el Dragón de Mar (Pyllopteryx taeniolatus) y la Anémona Fresa (Corynactis californica) estarán en otro de los acuarios joya. Los dos primeros son los machos que quedan embarazados y la anémona tiene diminutas dimensiones y un color intenso. El hilo conductor de este y otros acuarios es la representación de un pantalán marino de madera destruido.

Animales gigantes

En la fachada de Misterios del Mar se exhibirán también figuras corpóreas de gran tamaño elaboradas con polietileno expandido, resinas, fibras con productos ignífugos por el artista valenciano, Pablo Ovejero, en la fachada de la exposición.

Estos corpóreos reproducen a tamaño natural animales como el Calamar Gigante (Architeuthis dux), la Almeja Gigante (Tridacna gigas), la Medusa Crin de León (Cyanea capillata), que es la mayor que existe en los océanos, y el Cangrejo Araña Gigante (Macrocheira kaempferi), del que ya se pueden contemplar varios ejemplares, con menos dimensiones, en las instalaciones del Oceanogràfic, gestionado por Avanqua, del grupo Global Omnium. Algunas de estas figuras, como el Calamar Gigante, llegan a medir hasta siete metros mientras que los cangrejos miden casi cuatro y la medusa registra un diámetro de 2,5 metros. La Almeja Gigante, con más de 1,5 metros, supone además un elemento tangible para el público y un punto fotografiable donde niños y adultos podrán llevarse un recuerdo de su paso por esta exposición.

También en este modo, se mostrarán, en el interior de la exhibición y repartidas por las paredes de la gruta, animales que nunca se podrán ver como el Nautilus (Nautilus pompilius), con un mecanismo de flotación similar al del submarino que pudo inspirar a los inventores españoles como Isaac Peral y Narcís Monturiol, el Pez Abisal (Melanocetus johnsonii), de aspecto monstruoso, el Pulpo Amarillo (Hapalochlaena lunulata), que es el más venenoso que existe en el planeta, y el Celacanto (Latimeria chalumnae), un fósil viviente que se pensaba que había desaparecido en la era de los dinosaurios.

La museografía se convierte en didáctica, proporcionando una  nueva experiencia al visitante, más cercana, en la que poder interactuar con animales.

Pantallas didácticas y suelo inmersivo

La nueva exposición Misterios del Mar incluye un apoyo audiovisual con tres pantallas didácticas en las que se muestran imágenes, vídeos y animaciones cortas (“motion graphics”) para hacer más accesible el contenido y facilitar al visitante su interpretación.

En estas pantallas y especialmente en la motion, damos explicaciones más allá del hecho animal, por ejemplo la idea de que el Nautilus inspiró a dos inventores españoles, Peral y Narcís Montriol. Leyendas iconográficas de cine y literatura como el calamar gigante, el terror de los mares en el imaginario colectivo. O el camarón pistola, con el disparo más rápido de los océanos, que  se convierte en  la pantalla en un spaguetti western en el que es el sheriff…

 

El suelo de la nueva área del Oceanogràfic es especial, dado que simula la arena del fondo marino, para mejorar la inmersión del visitante en el hábitat creado.

El techo de la instalación imita la visión de las ondas de la superficie del mar desde el mar, mientras que las paredes de la exhibición representan un fondo marino rocoso en el que se integra un barco hundido, llamado Micalet, que convivirá en el espacio con los animales-joya en la zona expositiva para jugar un papel informativo dentro de los misterios que ofrecen las profundidades del mar.