Un equipo de la Fundación Oceanogràfic ha documentado y recogido muestras biológicas que podrían revelar nuevas especies para la ciencia


La tercera campaña de la Fundación en el Canal de Sicilia ha despertado el interés de la comunidad científica internacional e impulsado nuevas investigaciones

Un equipo de la Fundación Oceanogràfic ha completado la tercera misión científica anual en los Bancos de Skerki, en el Canal de Sicilia, una zona poco explorada que conserva un alto valor como refugio de biodiversidad marina.
Durante la expedición, desarrollada del 26 de julio al 2 de agosto, los investigadores se han centrado en el estudio de hábitats prioritarios y en la búsqueda de especies nuevas para la ciencia.
También han podido recopilar información clave para conocer mejor la distribución de organismos marinos en la zona. “Cada inmersión en Skerki es una oportunidad para descubrir vida que no ha sido registrada antes”, señalan desde el equipo científico.
La campaña se ha llevado a cabo a bordo de un catamarán acondicionado como laboratorio flotante. Desde allí, y con el apoyo de una embarcación neumática, los buceadores se han desplazado a puntos estratégicos, utilizando incluso propulsores submarinos para acceder a áreas de difícil alcance.
Las muestras recogidas —sedimentos, corales y otros organismos marinos— se están analizando en laboratorio para determinar si corresponden a especies inéditas o a registros nunca documentados en esta zona.
El trabajo se ha concentrado en zonas cercanas al cañón de las islas Égadi, al suroeste de Sicilia. Este archipiélago alberga la mayor Área Marina Protegida de Europa, con más de 53.000 hectáreas y una gran variedad de hábitats, como las praderas de Posidonia oceanica, bosques de gorgonias, formaciones de macroalgas y comunidades coralígenas que dan refugio y alimento a especies amenazadas y endémicas.
Pese a las condiciones marítimas adversas durante la misión científica, la planificación se completó con éxito y se pudo documentar la riqueza del enclave. “Skerki es un auténtico pulmón marino, un lugar que sigue generando vida y nos recuerda lo poco que conocemos de nuestro propio mar”, subrayan los investigadores.
Las dos misiones anteriores, iniciadas en 2023 y 2024, ya habían alcanzado hitos como el descubrimiento del molusco Steromphala federicii, desconocido para la ciencia hasta entonces.
El proyecto ha logrado, además, despertar el interés de la comunidad científica internacional, con nuevas investigaciones en esta zona.
Junto a los investigadores, también han participado documentalistas que han seguido de cerca el día a día a bordo, con el objetivo de acercar al público general el valor ecológico de uno de los pocos refugios marinos que quedan en el Mar Mediterráneo.