- La llegada de esta especie que habita en los humedales refuerza el compromiso del acuario de Valencia con la conservación y divulgación de la biodiversidad autóctona
El Oceanogràfic de Valencia cuenta desde hace pocas semanas con tres nuevos habitantes que refuerzan el compromiso del acuario con la biodiversidad autóctona. Se trata de dos machos y una hembra de somormujo lavanco (Podiceps cristatus), una de las aves acuáticas más emblemáticas de los ecosistemas de humedal.
Con esta incorporación, el Oceanogràfic se convierte en el único acuario de Europa que mantiene esta especie en sus instalaciones con el objetivo de acercar al público la riqueza de la fauna local de la Comunitat Valenciana.
De poco más de un año, estos animales ya han pasado su periodo de adaptación en el Área de Cuarentena del centro de Valencia para garantizar su bienestar. Actualmente, se encuentran en el aviario, donde continúan aclimatándose antes de integrarse en el Lago Vivo, el espacio naturalizado del Oceanogràfic en el que convivirán con otras aves y especies.
El somormujo es una especie acuática de la orden de los podiciformes, un grupo de aves buceadoras adaptadas a la vida en el agua, con patas situadas en la parte trasera del cuerpo que les proporcionan la destreza para nadar y bucear. Su distribución se centra en Eurasia y África, y es también habitual en los humedales valencianos, especialmente en el Parque Natural de l’Albufera.
La danza como cortejo
Una de las particularidades del somormujo es su ritual de cortejo, en el que se realiza una “danza” que incluye movimientos de cuello, cabeceos y ofrendas de vegetación acuática a su pareja.
Otra de sus curiosidades más llamativas es la forma en la que las madres alimentan a sus crías. Les ofrecen sus propias plumas para fortalecer la flora de su sistema digestivo. Estas plumas forman una especie de “tapón” que evita que las espinas de los peces y restos de crustáceos les dañen internamente.
En las instalaciones del Oceanogràfic (CACSA – GVA), los somormujo se alimentan de una dieta variada que incluye tenebrios -gusanos acuáticos-, pequeños crustáceos, peces de tamaño reducido y carne de res adaptada a sus necesidades nutricionales.
La incorporación de esta especie refuerza la apuesta del Oceanogràfic por dar visibilidad a la fauna autóctona y sensibilizar al público sobre la importancia de conservar los hábitats naturales. Además, permite al visitante descubrir de cerca a una especie que habita en l’Albufera y facilita la conexión con el entorno natural más próximo para fomentar una mayor conciencia ambiental.