El Oceanogràfic de Valencia celebra el cuarto mes de vida de Liam, la cría de león marino patagónico que llegó al mundo el pasado 3 de agosto.

Liam, el último integrante en unirse a la distinguida familia de leones marinos del mayor centro marino de Europa, ha cautivado los corazones de visitantes y cuidadores por igual con su rápido desarrollo y su personalidad juguetona.

Nació con 12 kilos y durante este tiempo ha experimentado un asombroso crecimiento, alcanzando los 40 kilos. Es hijo de Lexy, una de las hembras del Oceanogràfic y pese a ser madre primeriza, el parto transcurrió con normalidad, y la joven madre demostró una admirable paciencia y dedicación desde el primer momento.

Desde su integración al grupo de leones marinos poco tiempo después de su nacimiento, Liam ha demostrado ser un glotón insaciable y un hábil aprendiz nadador. Aunque continúa mamando de su madre, ya empieza a interesarse con el pescado, como es habitual en esta especie. Además, participa en sesiones de enriquecimiento diseñadas por los cuidadores para estimular su desarrollo físico y mental.

Desde su incorporación con el resto de los leones, Liam ha forjado notables lazos afectivos, participando activamente en las dinámicas sociales propias de su especie. Su energía contagiosa y espíritu juguetón han generado momentos de diversión tanto para los visitantes como para sus compañeros de hábitat.

Los cuidadores destacan la adaptabilidad de Liam, quien, a pesar de ser el miembro más joven, ha encontrado su lugar en la dinámica grupal, consolidando una relación especial con el resto del grupo. Esta excepcional conexión entre ellos no solo destaca la asombrosa naturaleza social de los leones marinos, sino también la importancia de preservar y comprender estas relaciones en el contexto de la conservación marina.

Jerónimo Coello, responsable de Leones Marinos en el Oceanogràfic de Valencia, elogia a Lexy por su excelente desempeño como madre primeriza, destacando su habilidad natural para cuidar y guiar a su cría.

El Oceanogràfic de la Ciutat de les Arts i les Ciències dispone de un área específica para los leones marinos, llamada Islas, que despierta un gran interés entre sus visitantes. Allí, además de su hermosa figura y evoluciones en el agua, se muestra al público la complicidad existente entre estos animales y sus cuidadores, como prueba el hecho de la proliferación que se está experimentado en los últimos años.

Los leones marinos son mamíferos, por lo que necesitan salir a la superficie a respirar. Pasan una parte de su tiempo en tierra y otra en el agua, donde cazan su alimento. Los leones marinos, a los que mucha gente los confunde con las focas, no migran como algunos pinnípedos, pero sí que se mueven estacionalmente en busca de nuevos lugares donde alimentarse y descansar.

Actualmente, los investigadores de la Fundación Oceanogràfic desarrollan estudios para conocer los cambios fisiológicos que se producen en estos animales al tener que aumentar la profundidad de buceo para encontrar el alimento.

Estos cambios son una consecuencia del incremento de las temperaturas a nivel global, ya que las especies de las que se alimentan los mamíferos marinos se encuentran a mayor profundidad y, por tanto, necesitan realizar un mayor esfuerzo para conseguirlo.